la vagina española es de dominio publico

[MauricioK]

Hola Mireia,

Creo que has hecho bien en establecer que hay pautas culturales que definen el comportamiento de un ser humano ante situaciones determinadas.
Sin embargo, más allá de una cuestión cultural hay aquí una forma de comunicación que falla, influida sin más reparo por la cantidad de incertidumbres, miedos, normas, protocolos e inclusive actitudes de todas y cada una de las personas, en este caso de las mujeres en el parto.

Comparto plenamente lo que dices en cuanto a la dignidad, pero creo oportuno recalcar un detalle: muchas mujeres no conocen sus derechos cuando llegan a la sala de parto. En nuestra sociedad de hoy, existen muchísimas personas, y esto ya es completamente extra cultural o extra étnico, que se rinden de antemano ante la autoridad del facultativo o cuando apenas entran a un centro médico se someten humildemente, consciente o inconscientemente a los dictados de los galenos o las enfermeras o quien sea.

Es así como por ejemplo en mi experiencia como doula, he tenido que alentar a una mujer a gritar para liberar la energía del dolor. Es que cuando te duele no te quejas? Por qué no habrías de hacerlo en un parto, entonces? "Que no, que se pensarán que soy una histérica, o una floja, o una problemática", o "Qué van a pensar de mí", o "No me resulta agradable, me darán una regañina"......son algunas de las cosas que he escuchado.

Pero, vamos mujer! Si tienes derecho a gritar! Claro, lo que pasa es que no lo sabes, como que no sabes que tienes derecho a negarte a que entre a tu parto quien se le de la gana, como que no sabes que tienes derecho a negarte que pasen 8 o 10 residentes a checarte dilatación, como que no sabes que tienes derecho a elegir tu parto como tú lo deseas. Y aquí un extra: cuántas mujeres me miran como si hubiera llegado recién de Marte cuando les hablo de Programa de Parto? Cómo, tengo derecho a elegir? No es que te tumban en la cama con el monitor, la epidural, la oxitocina y la episiotomía?

He ayudado a parir a mujeres provenientes de diversas etnias y entornos culturales: judías laicas o liberales, judías ortodoxas, árabes musulmanas, árabes cristianas, etíopes, rusas, etc, you name it. Y en todos los casos me he llevado sorpresas.

Cuando les hablas de que existen otras opciones, como el parto natural, el parto activo, trabajar con el dolor y que cada una de estas cuatro palabras no son exactamente obligatorias en todos los casos sino que a veces son producto de complicaciones que se hubieran podido evitar si la mujer hubiera elegido, en vez de las medicinas, estimular su confianza en sí misma y trabajar así mejor, tomando sus propias decisiones, pues les estás hablando a veces de un mundo fantástico, de Ray Bradbury o Julio Verne.

Pero no lleva mucho tiempo hasta que se dan cuenta que hay otra realidad y la aceptan con gusto. A eso le llamo yo educar correctamente: señalarle cuáles son todas las opciones y que ella elija. Recordarle que tiene derecho a elegir, a decir que no, a gritar, a llorar, a bailar, a reír, a moverse libremente, a negarse a estar monitoreada durante todo el parto o a preferir que no le hagan una episiotomía si no es esto estrictamente necesario.

Puedo coincidir entonces contigo que puede haber un componente cultural, sin duda, pero si como educador/a puedes brindarle suficientes elementos no tenidos en cuenta hasta el momento para que la mujer pueda tomar mejores decisiones, entonces sí, el elemento educación o preparación al parto es fundamental y determinante.

Un abrazo

Mauricio
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