SUPLEMENTOS SÍ O NO?
22-08-2007, 05:56 PM
Mensaje: #4
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I.2. NECESIDADES DE YODO DURANTE LA GESTACIÓN
Dr. José Arena Ansótegui 1.2.a.- Base Científica El yodo es un nutriente necesario para la salud y el desarrollo de las personas y los animales porque es imprescindible para la síntesis de la tiroxina, la cual, además de modular la actividad metabólica de la mayor parte de las cé- lulas del organismo, juega un papel fundamental en el crecimiento y desarrollo de todos los órganos, especialmente del cerebro (1). Si una mujer embarazada ingiere menos yodo del necesario, puede presentar una hipotiroxinemia que repercuta negativa e irreversiblemente sobre el cerebro en desarrollo de su hijo. La ingesta insuficiente de yodo en el niño pequeño también puede afectar al desarrollo de su cerebro si le produce una hipotiroxinemia. Las únicas fuentes de yodo en el niño lactante son la leche de su madre, o las fórmulas infantiles si no toma pecho, lo que obliga a garantizar también un aporte suficiente de yodo a la madre lactante. La repercusión sobre el desarrollo cerebral fetal y neonatal es la consecuencia más importante y grave del déficit nutricional de yodo, y es la causa de que su erradicación se haya convertido en una prioridad mundial en salud pú- blica (2). No debemos olvidar que la hipotiroxinemia materna secundaria a la yododeficiencia puede afectar también al desarrollo de otros órganos y ser responsable de retrasos de crecimiento intrauterino, hipoacusia permanente y defectos congénitos varios, que gravan la morbimortalidad perinatal e infantil (3). La necesidades mínimas de yodo en un individuo adulto sano son de tan sólo 150 g/día, pero para garantizarlas es preciso consumir alimentos enriquecidos con yodo, especialmente la sal yodada, porque los alimentos naturales son pobres en yodo. En la mujer embarazada y lactante las necesidades aumentan hasta 250 g/día y no son garantizadas suficientemente con el consumo de alimentos enriquecidos con yodo, por lo que es necesario utilizar un suplemento extra de yodo en forma de yoduro potásico (4). I.2.b. Situación en España Actualmente, en la mayor parte de Europa, España incluida, existe cierto grado de yododeficiencia que afecta a más de 600 millones de europeos. La población diana son mujeres embarazadas con restricción de sal durante la gestación junto a las necesidades aumentadas en ese período hace que sean en nuestro medio los grupos con mayor riesgo de yododeficiencia (5). Todos los estudios realizados tanto en España como en el resto de Europa sobre yododeficiencia y embarazo muestran que la mayoría de las embarazadas presentan yododeficiencia con hipotiroxinemia secundaria, y por lo tanto riesgo para la integridad cerebral de su descendencia (6). I.2.c. Recomendaciones La mejor estrategia para evitar el déficit de yodo en la población general es el consumo habitual de sal yodada, tal como recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y el Consejo Internacional para el Control de los Trastornos por Deficit de Yodo (ICCIDD), y aportar como preparado farmacológico un suplemento extra de al menos 200 mcg de yodo al día a las mujeres embarazadas, a las lactantes, y a aquellas que estén planeando un embarazo (4,7). Si la yododeficiencia es un gravísimo problema de salud pública, la sobrecarga yodada en el período perinatal por utilizar antisépticos yodados para la antisépsia cutánea de la madre y/o del recién nacido sigue siendo una yatrogenia frecuente a pesar de estar formalmente contraindicados. La sobrecarga yodada no sólo altera los resultados del cribado neonatal del hipotiroidismo congénito por bloquear transitoriamente el tiroides del RN e invalida la prevalencia de la hipertirotropinemia neonatal como indicador de la deficiencia de yodo, sino que incluso puede afectar negativamente al cerebro y al oido interno en esa fase tan sensible a las hormonas tiroideas ([img]images/forum/icons/icon_cool.gif[/img]. 1.3. NECESIDADES DE ÁCIDO FÓLICO EN EL EMBARAZO Dr. Manuel Gallo Vallejo «Uno de los hallazgos médicos más excitantes de la última parte del siglo XX es que el ácido fólico, una vitamina hidrosoluble, ampliamente disponible, puede prevenir la espina bífida y la anencefalia. Desde que hace 30 años comenzó a utilizarse la vacunación frente a la rubéola no ha existido otra oportunidad comparable de realizar una prevención primaria de uno de los defectos más frecuente y graves del nacido.» (Editorial JAMA 1993; 269:1292-3). I.3.a. Base científica En el momento actual existen evidencias científicamente probadas de que la utilización de los folatos durante el periodo preconcepcional y en los primeros meses del embarazo, puede disminuir el riesgo, fundamentalmente, para la aparición de recién nacidos con defectos del tubo neural: Anencefalia ó Acraneo (40%), Encefalocele (5%) y Espina Bífida (45%), tanto en su recurrencia como ocurrencia (1) y también para otras malformaciones, tales como defectos del tabique ventricular cardiaco, defectos conotruncales cardiacos, defectos de línea media diferentes a Defectos del Tubo Neural (DTN), malformaciones urinarias fetales, hidranencefalia y labio leporino (2). El defecto del tubo neural se produce, por regla general en las 6 primeras semanas del embarazo y por ello es muy importante que, para su prevención, la embarazada haya iniciado la ingesta de ácido fólico antes de que comience el embarazo y en las primeras semanas del mismo. El ácido Fólico ó vitamina B9, está considerado dentro de la categoría A de la clasificación de factores de riesgo de la FDA. Esto quiere decir que mediantes estudios controlados realizados en el primer trimestre del embarazo a mujeres expuestas a tratamiento con ácido fólico, no se ha podido demostrar, según datos del ECEMC (3), incremento de riesgo para el feto. Existe una relación biológica inversa muy importante entre Homocisteí- na y Ácido fólico. La homocisteína (4), es un aminoácido no esencial cuya única fuente en el organismo humano es el catabolismo de la metionina. La deficiencia nutritiva de folatos, vitamina B6 o vitamina B12 pueden aumentar los niveles de homocisteína total (tHcy) en plasma. Las concentraciones de homocisteína en sangre están inversamente relacionadas con los niveles de folatos, vitamina B12 y, en menor grado, de vitamina B6 en sangre. Tambi én dependen, parcialmente, de la actividad enzimática de la metilentetrahi- drofolato reductasa MTHFR, ya que los portadores de la variante homocigota anormal (T/T) de la mutación C677T en el gen que codifica a esta enzima, que conduce a una variante termolábil con menor actividad funcional, parecen requerir un aporte continuado de folatos para evitar la acumulación de homocisteína en sangre (5). El aumento de la concentración de homocisteína total (tHcy) en plasma puede ser un factor de riesgo para tener un hijo con un DTN. Cabe pensar que la eficacia de la suplementación periconcepcional con folatos en la prevención de los DTN es debida a su efecto hipohomocisteinémico, evitando la exposición del embrión a un agente potencialmente teratógeno. Los folatos son la forma de suplementación más eficaz para disminuir la concentración de homocisteína en personas con una hiperhomocisteinemia moderada. Los niveles elevados de homocisteína en plasma pueden explicarse por una carencia de folatos, por una mutación en los genes de la enzima 5,10-metilentetrahidrofolato reductasa (MTHFR, 677 C ® T y 1298 A ® C) ó por ambas situaciones (6). Se desconoce el mecanismo por el cual la hiperhomocisteinemia produce un efecto teratógeno en el ser humano (7). I.3.b. Situación en España Cada año nacen en el mundo cerca de 500.000 niños con un DTN. Aunque en España la prevalencia de los DTN al nacer ha disminuido en los últimos 20 años, es poco probable que tal hecho sea la consecuencia de su prevenci ón primaria, más parece ser debido al diagnóstico prenatal de la enfermedad y a la interrupción legal del embarazo. En España, según los datos del Estudio Colaborativo Español de Malformaciones Congénitas (ECEMC) ([img]images/forum/icons/icon_cool.gif[/img], la prevalencia de recién nacidos con DTN es de 8-10 por cada 10.000 recién nacidos, por lo tanto estimando un número aproximado de nacimientos en España de 400.000 recién nacidos al año, la prevalencia de los DTN sería de 320-400 recién nacidos anuales con DTN, de los cuáles más de la mitad serán casos con Espina Bí- fida. Actualmente, la gran mayoría de las mujeres embarazadas toma ácido fó- lico durante el embarazo y cada vez es mayor el número de mujeres que lo toman antes de quedarse embarazadas ( alrededor del 10-20%), ya que todas las campañas informativas insisten en la necesidad de tomar preventivamente ácido fólico cuando una mujer se puede quedar embarazada. I.3.c. Recomendaciones en relación con el Embarazo Diversos organismos internacionales, (9) recomiendan : a) Suplementación con una dosis farmacológica de ácido fólico de 4 mgrs/día a aquellas mujeres con alto riesgo de tener un hijo afectado con un DTN. Este grupo lo constituyen los siguientes casos: hijo anterior con un defecto del tubo neural, pacientes epilépticas en tratamiento con ácido valproico, pacientes alcohol-dependientes y drogodependientes, hiponutrición evidente, etc, circunstancias todas ellas que pueden producir un descenso en los niveles de ácido fólico en el organismo. El periodo ideal para esta suplementación farmacol ógica es desde al menos 2 meses antes del comienzo del embarazo, hasta cumplir la semana 12 de gestación. b) Suplementación con una dosis farmacológica de ácido fólico de 0,4 mgrs/día a aquellas mujeres con bajo riesgo de tener un hijo afectado con un DTN y que estén planificando quedarse embarazadas. Igualmente el periodo ideal para esta suplementación farmacoló- gica es desde 1-2 meses antes del comienzo del embarazo, hasta cumplir la semana 12 de gestación. c) Suplementación con una dosis farmacológica de ácido fólico de 0,4 mgrs/día a aquellas mujeres con bajo riesgo de tener un hijo afectado con un DTN, en edad fértil (15-45 años), con riesgo de embarazo. Igualmente el periodo ideal para esta suplementación farmacol ógica es desde 1-2 meses antes del comienzo del embarazo, hasta cumplir la semana 12 de gestación. d) Dieta sana y rica en ácido fólico (verduras de hojas verdes, lentejas, aguacates, nueces y frutos secos, frutas, etc). El objetivo de estos consejos es lograr que la mujer que inicia un embarazo tenga un estado de los folatos adecuado, ya que el riesgo de tener un hijo afectado por un DTN está inversamente correlacionado con los niveles de los folatos séricos e intraeritrocitarios maternos. Para mejorar el estado de los folatos en la mujer en edad reproductiva se pueden utilizar tres estrategias: a) consejo y educación sobre la alimentación, b) fortificación de los alimentos con ácido fólico, c) suplementos de ácido fólico y derivados de los folatos (10), especialmente indicados éstos, en casos de necesidad de aumentar rápidamente los niveles de ácido fólico en el organismo, mantener niveles elevados de forma duradera, mala absorción intestinal, incompatibilidades con otros fármacos, etc (11). Todas estas estrategias son potencialmente eficaces y no son excluyentes. FUENTE: Guía para la prevención de defectos congénitos Grupo de Trabajo del Ministerio de Sanidad y Consumo Subdirección General de Cartera de Servicios y Nuevas Tecnologías Dirección General de Cohesión del S.N.S. y Alta Inspección Secretaría General de Sanidad. |
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