las doulas

[manoli]

Hola. Soy profesora de Técnica Alexander y doula. Me formé en ambas cosas en Londres, donde residí durante 10 años hasta muy recientemente. Ahora estoy de vuelta en Barcelona y tendo el placer de conocer y trabajar con el colectivo de doulas de aquí. Me gustaría aportar mi opinión sobre las discusiones recientes en torno al papel de las doulas y las sospechas que parecen levantar entre algunas matronas.

Las doulas no nacemos como profesión, sino como mujeres que han experimentado carencias en el sistema durante el embarazo, el parto o el puerperio, y que opinan que las cosas se pueden mejorar. Independientemente de las sospechas que nuestra presencia pueda levantar, o de que se nos vea como una amenaza o una intrusión, es completamente legítimo para las mujeres aspirar a un sistema más satisfactorio con un abanico más amplio de posibilidades. Si se nos ve como una amenaza, no puedo menos que pensar que es por falta de conocimiento, ya que a mí jamás se me ocurriría intentar sustituir a una matrona o a cualquier profesional de la medicina. Si esa fuera nuestra meta, seríamos doctores o matronas y no doulas. Las doulas están ahí precisamente para llenar otro hueco, para asistir y complementar los recursos ya existentes. Yo soy la menor de nueve hermanos, y gracias a la edad de mi madre, todavía tengo presente la España en que las mujeres tenían a sus bebés en compañía de una matrona y en compañía de sus madres o abuelas. En un tiempo en que las madres o abuelas no sentían temor de ese proceso y podían ser de ayuda porque comprendían que aunque sus hijas estaban experimentando dolor, no sufrían. Con ello quiero decir que entendían el parto como un proceso intrínsicamente natural y no patológico. Hoy en día, en la mayoría de los casos, esto no és así. Las madres no suelen acompañar a sus hijas en el nacimiento, y casi todos nosotros hemo aprendido a percibir el parto como una patología o un proceso altamente peligroso. Y eso hace que los familiares presentes muestren preocupación y una actitud que no ayuda a la madre. No todos, por supuesto, pero muchos.

En un mundo ideal, el parto se trataría como un acto natural, y si apareciera alguna patología, se requiriría de asistencia médica como en cualquier otro caso. Pero lo que la mayoría de las mujeres experimetamos no es así, y nos gustaría poder cambiarlo. Abrir un debate sobre cualquier tipo de carencia en nuestras sociedades sólo puede conducir a una mejora en esa sociedad. Pero si lo vemos como ataques personales, o como un peligro de extinción hacia nuestras profesiones, podemos acabar matando aquello que en teoría todos ansiamos. Un mundo más justo y feliz. El nacimiento, la llegada a este mundo, tiene que ser un acontecimiento de especial importancia y cualquier esfuerzo común por mejorarlo está más que justificado.
Hago una llamada a la reflexión en todos nosotros a que no nos dejemos llevar por nuestros temores, o nuestros fundamentalismos cuando miles de mujeres alrededor del mundo alzan la voz por fín para exigir un papel más protagonista en un proceso que es su herencia personal.

En cuanto a que hay paises cuyos sistemas sanitarios funcionan mejor como Inglaterra y la pesencia de la doula no es necesaria, debo recordar que el colectivo de doula de Gran Bretaña es uno de los más grandes, y que yo personalmente he colaborado con gran éxito con comadronas tanto en hospitales como en partos en casa. Y como doula yo estaba allí para servir tanto a la madre como a la comadrona.

saludos