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[jesusmatron]

Las matronas vascas reivindican un mayor protagonismo para «humanizar» los partos
Creada una asociación para defender los intereses de las cerca de trescientas comadronas que trabajan en el País Vasco

12.07.09 - BORJA OLAIZOLA| SAN SEBASTIÁN.

Begoña Ugarte y Javier Rey, presidenta y vicepresidente de la Asociación de Matronas de Euskadi, en el Materno-Infantil del Hospital Donostia. /USOZ DV.

Hacer del parto un proceso menos medicalizado y más humano. Eso es a grandes rasgos lo que buscan las matronas vascas, que han formado una asociación con el fin de reivindicar un mayor protagonismo en la toma de decisiones que les atañen. La Asociación de Matronas de Euskadi/Euskadiko Emaginen Elkartea agrupa de momento a unos 70 profesionales aunque espera reunir a los cerca de 300 que operan en la actualidad en hospitales y centros de salud del País Vasco.
Llega el momento de las matronas. Las nuevas líneas de actuación trazadas por las autoridades sanitarias devuelven al colectivo un protagonismo que le había sido arrebatado por la creciente medicalización del parto. «La presencia de la matrona en la sala de partos es una garantía de que el proceso va a transcurrir de la forma más natural posible siempre que no surjan complicaciones», asegura Begoña Ugarte, presidenta de la Asociación de Matronas de Euskadi (AME).
La administración sanitaria ha tomado conciencia de que los paritorios de los hospitales se habían convertido en una suerte de cadena de montaje. La Estrategia del Parto, un informe realizado por el Ministerio de Sanidad a partir de un detallado análisis del fenómeno, reconocía que se había producido «una medicalización creciente de lo que en el fondo no es más que un proceso fisiológico».
Ese mismo estudio advertía además de que el modelo «intervencionista institucionalizado» que se practicaba en España está en las antípodas del sistema «desinstitucionalizado y atendido por matronas cualificadas y autónomas» que impera en Holanda y los países escandinavos. «No hay más que echar un vistazo a las cifras de cesáreas de los últimos años en España para darse cuenta de que algo no iba bien», comenta Javier Rey, que es el vicepresidente de la Asociación de Matronas de Euskadi. Rey, que es uno de los pocos hombres en una profesión que sigue siendo mayoritariamente femenina, recuerda que las tasas de cesáreas en Euskadi están muy por encima de las que recomienda la Organización Mundial de la Salud debido en gran parte a esa excesiva medicalización.
Las propuestas de la nueva asociación de matronas están en la línea de las recomendaciones del informe de la Estrategia del Parto. Las comadronas vascas son partidarias de «dar mayor protagonismo a la mujer y a su pareja», dice su presidenta. «La madre tiene todo el derecho a elegir cómo quiere parir», insiste Begoña Ugarte, que reconoce que entre las nuevas parturientas gana enteros la opción de dar a luz de la forma más natural posible. «No es que deseen tener su hijo en casa como lo hacían nuestras abuelas, pero cada vez son más las que toman decisiones que antes se dejaban en manos de los médicos», dice.
El concepto de humanización del momento del alumbramiento conlleva una preocupación por «la calidad y la calidez de la asistencia» que hasta hace poco no estaba presente en los paritorios. «Hace quince años cuando di a luz a mi segunda hija el ginecólogo me inyectó oxitocina para acelerar la dilatación en contra de mi voluntad porque libraba el fin de semana y quería acabar cuanto antes», recuerda una médico que fue atendida en un gran hospital vasco y que prefiere no identificarse.
Esas prácticas no han desaparecido aún del todo aunque la administración sanitaria es cada vez más sensible a las corrientes que apuntan hacia un parto menos intrusivo. Prueba de ello es la aprobación en el Parlamento Vasco el pasado año de una propuesta para la implantación de salas especiales para alumbramientos no medicalizados. Esas salas, que se instalarán en nuevos hospitales como los de Arrasate o la Margen Derecha, buscan devolver el protagonismo a las madres.
Blanca Roncal, la parlamentaria socialista a la que se debe la propuesta, explicaba que las dependencias «permitirán que las madres, que hoy en día tienen como mucho uno o dos partos a lo largo de su vida, sientan y se reconozcan como protagonistas de su parto y, no como hasta la fecha, que el protagonista es el médico». A juicio de Roncal, los protocolos de atención al parto que ha habido hasta ahora «recogen las necesidades de los médicos, pero no las necesidades de las madres y los niños».
Educación sexual
Pero las matronas vascas no quieren que su tarea se circunscriba al momento del parto. Uno de los objetivos que se ha marcado la nueva asociación es articular mecanismos de cooperación para impartir clases de educación sexual a escolares. Su presidenta, Begoña Ugarte, indica que ha habido ya experiencias en ese sentido aunque hasta el momento han tenido un marcado carácter voluntarista. «Queremos que haya una institucionalización para la educación sexual en los centros educativos, sobre todo ahora que podemos jugar un papel de orientación importante en temas como la Ley del Aborto o las píldoras del día después», asegura.